viernes, 12 de julio de 2013

MARÍA DE LOS ÁNGELES MARTÍNEZ


Cuenca, 1980. Estudió Comunicación, Literatura e Historia y Geografía. Ha publicado Un lapso de impiedad (1999), Neos (2000) y, colectivamente, Aunque bailemos con la más fea (2002), Nadie nos quita lo bailado (2005), Subcielo(2004) y Trozos de vidrio (2007). Su obra ha aparecido en antologías y publicaciones del Ecuador y el extranjero. Es editora de la revista bg magazine.


-o-

ESTUDIOS SOBRE LA VIOLENCIA

mi rey
ven
presencia
el homenaje

voy a quemar
dos decenas
de gatos
claros-vivos 
sé que sus alaridos
 conseguirán 
el premio
tu sonrisa 

mucha fiesta
muchedumbre
pero igual 
encontrarás 
erecto
fácil
mis ojos
prendidos
a ti
sus hogueras
dobles y triples

la ciudad es luz
que no conozco
y conoces

me entrego 
y froto
toda 
en ceniza felina feliz

maullo mascullo lamo

incineradas
(de paso)
las noches
de otros siglos
en que gemía 
sin saber tu nombre
en que gemía
sin saber 
gemir







quizá la depre profunda
mal justificada
se disuelva un poco
el shampoo de manzanilla
desinflame (mi cerebro)
o al menos
perfume
estas pútridas ideas

me restregaré
los besos que no me diste
hasta borrarlos
las lágrimas 
sabrán de impotencia
frente al agua tibia

quizá los despojos
vuelvan a ser cuerpo

amaneció
estoy sucia de insomnio

decepción
gelatinosa
bajo las uñas

negro
tierra mugre tristeza
esta no soy yo
estoy cubierta
bacterias
ratas
fracaso
vos
muy claro
usas el bisturí
con esmero
no te mancha
ni una gota
de sangre
ni una súplica

y duermes

profundamente
tranquilo
intocable
mientras
mi alma
frágil 
fuera
de tu casa
es una alfombra
de perro
mojada
por  el orín
de los borrachos

DEPREDUO
causas un apagón
una helada
una idea de baldosa
y arrastre con el cuerpo muerto
estoy que caigo
y tu mano aparece
demasiado amputada
para sostenerme
no sé si es dolor
sabe a rabia
igual
el grito que exige
como si pudiese exigirte
se ahoga
la noche tiene una pureza que asusta
noventa y nueve por ciento sombras
temperatura interna menos once grados
que queman
nitrógenos
tan secos
entumecidos
mis labios
inferiores
todo es un sólido silencio
puedo sentir el corazón
me suena apenas
desesperante
como un papel que se rasga
a pedacitos




LEVANTE

Me saqué las vendas,
me olvidé de las pomadas.
Desnudé mi cuerpo,
exhibí mis llagas.
Miré al mundo,
con toda la furia
de quién no es víctima.
Insolente,
sí , golpeada,
sí, herida,
pero insolente.
“El suelo no está hecho para mi”
¿Qué más puedo decirte?
Con ojos rojos
cambié de piel,
dejé las lágrimas.
Sonreí en lo asqueroso de la metamorfosis.

A mí  no me iba a vencer
un trivial Apocalipsis.
Alcé la frente,
escupí  hasta el último te amo.
Yo que me había arrodillado en vidrios
descubrí que a todos nos pasa…
Me paré,
me puse la minifalda más corta

y salí.

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